La pobreza y la exclusión social no se resuelven en un corto plazo ya que hay causas económicas y políticas profundas, pero desde acciones de cooperación y de organización comunitaria se deben buscar y proponer salidas.

Con esta visión de presente y futuro trabaja la Fundación Fe y Alegría en Bogotá, centrando gran parte de sus acciones en la educación popular.

En anteriores entregas de esta revista les hemos contado el apoyo que le brindamos desde Familias Unidas y los proyectos que llevan a cabo en cuanto a comedores comunitarios para niños, niñas y personas de la tercera edad, así como los proyectos de educación que adelantan. En esta ocasión nos centraremos en la red de ludotecas que tienen en el sur de Bogotá.

Las ludotecas son lugares donde el niño es el protagonista en la medida que ensaya su expresión y descubre elementos nuevos para desarrollar el aprendizaje social. En el funcionamiento de las ludotecas se diferencian los espacios de actuación creándose así un amplio espacio de juegos sicomotores y un escenario para la imaginación escenográfica con expectativas de madurez emocional y social. Se plantea así mismo un tiempo para descubrir el arte y la expresión musical tan íntimamente ligada a las estructuras del lenguaje comunicativo. Y se integra un espacio para la manifestación de la artesanía y del folclore, creando así condiciones de una afirmación de identidad cultural.

Pero fundamentalmente, las ludotecas son lugares donde los niños, niñas y jóvenes encuentran un amigo/a en la figura del monitor/a que los guía y les ayuda a resolver los problemas que deben afrontar día a día dadas las condiciones de carencia económica y el alto nivel de violencia social con el que conviven. Este proyecto tiene muy presente que los niños, niñas y jóvenes tienen derecho al juego, y que mediante el juego también se transforma la sociedad.