Este proyecto contribuye a alcanzar el ODS y Meta:
6.2. Para 2030, lograr el acceso equitativo a servicios de saneamiento e higiene adecuados para todos y poner fin a la defecación al aire libre, prestando especial atención a las necesidades de las mujeres y las niñas y las personas en situaciones vulnerables.
MEJORA DE CONDICIONES DE SANEAMIENTO E HIGIENE EN NICARAGUA
Según el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE) de Nicaragua, en su Informe de vivienda emitido en agosto de 2017, el 16,2% de las viviendas a nivel nacional tienen un excusado o letrina sin tratar, el 15% lo tienen conectado a un sumidero o pozo séptico y un 5,4% no tiene ningún tipo de servicio higiénico en la vivienda. El mismo estudio indica que el 31% de las viviendas tienen el piso (suelo) de tierra, por lo que el riesgo de contagio de enfermedades infecciosas y por vectores se multiplica en estas viviendas.
Es por ello que uno de los sectores prioritarios de atención del Programa de Desarrollo Integral de Familias Unidas en Estelí, Nicaragua, es el acceso a agua y saneamiento. Desde el año 2007 hasta 2018, Familias Unidas y su Socio Local, en diferentes actuaciones, han instalado un total de 4.083 inodoros conectados al alcantarillado en otras tantas viviendas, para el beneficio de casi 21.000 personas.
Pero la ausencia de un espacio adecuado de higiene personal y común es todavía un problema generalizado en muchos barrios de Estelí, como es el caso del Oscar Turcios y Camilo II. En estos barrios, situados al este de la ciudad, más del 80% de sus habitantes se encuentran en situación de pobreza y hay unos altos niveles de desempleo que hacen que las viviendas estén en su mayoría en muy mal estado y se viva en condiciones de hacinamiento. Esta falta de condiciones de saneamiento e higiene de las viviendas repercute negativamente en la calidad de vida y el estado de salud de sus habitantes.
Como respuesta a esta necesidad nos hemos propuesto mejorar las condiciones de saneamiento e higiene de 80 familias de estos dos barrios con la construcción de “unidades sanitarias” conectadas al alcantarillado. Se trata de una infraestructura de saneamiento que consta de un baño completo con inodoro y ducha, y un lavadero de ropa en el exterior.
Para el éxito del proyecto es muy importante la participación activa de los beneficiarios. La correcta aplicación de hábitos de higiene personal y limpieza en el hogar es indispensable para evitar la propagación de enfermedades transmitidas por vectores y olores desagradables que afectan a la salud y el bienestar.
“El desarrollo del proyecto contempla un proceso educativo integral”.
Por un lado, todas las familias reciben una formación en autoconstrucción, así como uso y mantenimiento de la unidad sanitaria en la que aprenden a hacer pequeñas reparaciones para garantizar el buen funcionamiento de la misma. Y por otro lado, todos los habitantes de las viviendas beneficiarias se están capacitando en temas relacionados con mantener su vivienda saludable, como es el uso y manejo del agua potable, de la basura, la higiene personal, el manejo de excretas y orina o el manejo de las aguas usadas.
Las mejoras en la salud que va a tener este proyecto tienen un impacto especial en mujeres y niñas. Ellas sufren con más frecuencia las consecuencias de la ausencia de un espacio donde tener la intimidad necesaria para una correcta higiene por sus necesidades específicas de higiene menstrual o de especial vulnerabilidad en el periodo de embarazo. Además, ellas suelen ser las encargadas de las tareas relacionadas con la limpieza y la higiene tanto del hogar como de otros miembros de las familias como son niños y ancianos.
Con el proyecto no solo va a mejorar las condiciones para la realización de estas funciones, además se va a incidir en la co-responsabilidad de los hombres en el cuidado, mantenimiento y buen uso de la instalación higiénico-sanitaria, así como en la higiene y salud de la familia, para que estas tareas no recaigan solamente en la mujer.
REVISTA 39 – DICIEMBRE 2019